Fernando Vargas Márquez, Parques Nacionales de México y reservas equivalentes Pasado, presente y futuro

En un país donde se explota el bosque de una manera incontrolada e incontrolable, de manera tal que los recursos forestales se vuelven recursos no renovables, y en un país donde la población rural ejerce una presión muy fuerte sobre la posesión de estos recursos, y donde al mismo tiempo las empresas privadas y paraestatales controlan la explotación de los bosques en general en contra de la legislación vigente y contra los intereses de los campesinos _en estas condiciones repito-, la existencia y preservación de Parques Nacionales es un anacronismo obvio. Fernando Vargas lo demuestra de manera muy sistemática y detallada.

Ernest Feder

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Víctor M. Villalobos A, Los transgénicos, Oportunidades y amenazas

Los transgénicos son organismos (vegetales o animales) usados en la agricultura, la medicina o la industria, que han sido modificados genéticamente para conferirles ventajas de las que no disponían originalmente; y son resultado de la investigación científica, principalmente en la Ingeniería Genética, la Biología Molecular y, sobre todo, la Agronomía.

La primera edición de este libro se publicó en 2008, y ha tenido varias reimpresiones, concitando un gran interés -obviamente controversial- en toda Iberoamérica. Esta segunda edición incorpora los avances en el tema en los pasados tres años, y pretende inducir un debate inteligente, civilizado e informado – muy lejos de bataholas ideológicas- sobre la ingeniería genética.

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Colectivo Miradas Críticas del Territorio desde el Feminismo – (Re)patriarcalización de los territorios. La lucha de las mujeres y los megaproyectos extractivos

La implementación de proyectos extractivos mineros y petroleros a lo largo de América Latina aumenta de forma exponencial a medida que cada vez más territorios son incorporados a la lógica de la acumulación de capital. La acción múltiple de los Estados y de las empresas que implementan estos proyectos se expresa a distintas escalas en una alianza entre el capital y el patriarcado, y hace avanzar el modelo territorial extractivo a un ritmo desenfrenado. Este proceso de despojo implica una patriarcalización de los territorios que se suma a las violencias machistas ya existentes, lo que explica en gran medida la emergencia de luchas de mujeres diversas contra este modelo territorial en toda América Latina. Abordamos esta (re) patriarcalización desde distintas esferas: política, ecológica, económica, cultural y corporal. Este artículo se enuncia a partir de la praxis colectiva, en diálogo con los ecofeminismos del norte y los feminismos territoriales del sur.

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Maria Mies y Vandana shiva, La praxis del ecofeminismo, Biotecnología, consumo, reproducción

¿Existe una relación entre la opresión patriarcal y la destrucción de la naturaleza en nombre del progreso y el beneficio? ¿Cómo debería contabilizarse la violencia inherente a este proceso? ¿Existe alguna relación entre el movimiento de mujeres y otros movimientos sociales? Este libro sitúa la responsabilidad y las respuestas que las mujeres pueden dar a los mayores problemas actuales del planeta, tanto medio ambientales como económicos.

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Holland Cunz Barbara – Ecofeminismos

¿Cómo debe definir actualmente la teoría social crítica la discutida relación entre naturaleza y sociedad? ¿Qué afirmaciones sobre la naturaleza son oportunas y admisibles? Para responder a estas cuestiones, Barbara Holland-Cunz, profesora de ciencias políticas y comprometida feminista, recurre a obras clásicas de teoría política de la emancipación y desarrolla propuestas teóricas de la naturaleza y del conocimiento para establecer una teoría social feminista y ecológica.

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Martha Elena García y Guillermo Bermúdez, Alimentos sustentables a la carta De la tierra a la mesa

Alimentos sustentables a la carta: de la tierra a la mesa toca uno de los temas más relevantes y urgentes por atender en nuestros tiempos para México y el mundo entero. Se trata del reto de producir alimentos sanos, diversos, aptos y en cantidades suficientes para alimentar a la población mundial, a la vez que usar en forma sustentable el medio ambiente, su biodiversidad cada vez más amenazada y los recursos cruciales para la producción agrícola (el agua, el suelo, sus minerales y nutrientes). Esta obra abona a la conciencia de todos para ejercer de una manera más cabal nuestra responsabilidad de cuidar lo que somos y comemos, de cuidar, por lo tanto, nuestra salud y con ello coadyuvar al futuro y la sustentabilidad de la tierra.

Doctora María Elena Álvarez-Buylla Roces Instituto de Ecología de la UNAM v Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad, A.C.

Todos los alimentos tienen una historia que contar, y muchos de los que hoy nos llevamos a la boca se asocian a distintas enfermedades, varias de ellas derivadas de la epidemia de obesidad que sufre nuestro país. Los cambios en nuestra dieta y en los distintos eslabones que conforman la cadena alimentaria, desde la producción de alimentos hasta el camino que siguen para llegar a la mesa, son los ingredientes iniciales utilizados en la elaboración de este libro.

Luego de escudriñar en ellos, Martha Elena García y Guillermo Bermúdez, dedicados al periodismo científico y cultural por más de tres décadas en distintos medios impresos v electrónicos, examinan de la mano de especialistas la posibilidad de practicar una agricultura sustentable, libre de plaguicidas, transgénicos y suplementos artificiales, orientada a la recuperación de la biodiversidad, el manejo agroecológico y al redescubrimiento de lo orgánico, rumbo a una alimentación más sana.

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Murray Bookchin, Por una sociedad ecológica

No hay día en que desde los más diversos y – solventes- medios de comunicación, no sé nos llame la atención sobre el proceso de saqueo- destrucción a que -sometemos- a nuestro mundo. Los problemas son de muy varia condición: superpoblación, destrucción de bosques y suelos, contaminación de las aguas y de la atmósfera, agotamiento de las fuentes de energía, desequilibrio entre campo y ciudad, con clara ventaja a favor de ésta, etc.
En el grupo de trabajos de Murray Bookchin, que en este libro presentamos, se abordan estos problemas en su raíz. Para Bookchin el origen de este proceso hacia la destrucción reside en el – principio» de dominación que ha regido el decurso de la humana civilización hasta la actual situación de impasse.
Dominación del hombre sobre la mujer, del adulto sobre el niño y el joven, relación de dominio de la humanidad sobre el mundo natural, de la ciudad sobre el campo, de una clase sobre otra, de determinadas burocracias sobre áreas enteras del globo. Dominación que consiste sustancialmente en hacer del dominado producto, o factor de producción, en un sistema en el que la producción-explotación no tiene otra finalidad que prolongarse ad infinitum —o ad destructionem. Rechazado el llamado movimiento socialista, en la medida en que se aferra a irritantes esquemas sectarios sobre a qué clase corresponde el poder, y se muestra incapaz de comprender que es precisamente en la esencia misma del poder-dominación-a que dicho movimiento aspira-donde radican los males de nuestro mundo, Murray Bookchin se ciñe a lo sustancial: el ser humano es parte integrante del ecosistema y en él tanto los factores como los individuos se mueven en una relación de complementariedad ; la categoría de esta relación es igualitaria. El enemigo del hombre y de la naturaleza, el destructor de la biosfera es el Estado y su gigantismo y centralismo intrínsecos.
La propuesta de Bookchin no es regresiva: el espectacular desarrollo tecnológico no es un mal en sí mismo, no se trata de renunciar a sus avances, sino de utilizarlos de una forma armónica con el medio y no sólo limitándonos a no contaminarlo, sino fundiéndonos en él. Tampoco es una propuesta utópica: no define punto por punto cómo será la vida futura, sino que señala la condición necesaria para que ese futuro pueda ser; esto es: la desaparición de la dominación, la desaparición del Estado. Tampoco se trata de un planteamiento imposible, ideológico o idealista, Bookchin constata y define cómo una corriente de conciencia de si mismo de la propia escisión y enajenación invade a los individuos de nuestra era: sustancialmente a los más sometidos, a los más humillados.

 

Murray Bookchin, La Ecología de la libertad

«Por el momento, algo debe quedar en claro: la historia humana no puede de ningún modo separarse o desentenderse de la naturaleza. Ella siempre estará hermanada con la natura, ya sea que la llamemos un ‘lodo’ o una ‘madre ‘ fecunda. Quizás la prueba más existente para el
ingenio humano sea la clase de naturaleza que éste habrá de fomentar; o una ricamente orgánica y compleja, o una inorgánica y desastrosamente simplificada.»…

. . «¿Cuáles son lo factores que han producido sociedades humanas ecológicamente dañinas? ¿y cuáles son los que podrían crear sociedades benéficas para el entorno?»
¡Una tecnología desarrollada es por fuerza antiecológica o puede servir para embellecer a la biosfera y los biotopos?, ¿qué enseñanzas nos puede aportar la historia para contestar a estas preguntas y para que progrese nuestro pensamiento más allá de los eslóganes simplistas que ‘Tíos encontramos entres los ecologistas, misántropos o liberales? ¡.y es más, ¿cómo tenemos que pensar estas preguntas?, ¿por la lógica clásica?, ¿por la ‘»intuición?, ¿por la inspiración divina? O, ¿y por qué no, por formas de pensar evolutivas que podríamos calificar de dialécticas? Pero en fin, éste no será el límite de nuestro propósito: ¿Cómo hay que reconstruir a la sociedad para establecer unas relaciones armónicas entre el ser humano y la naturaleza?, ¿cuáles son los medios políticos, sociales y económicos para realizar esta reconstrucción?, ¿y por qué principios éticos se puede guiar?»…

… «Lo que vuelve tan importante a la ecología social es el hecho de que ésta no le concede ningún lugar a la jerarquía, ni en la naturaleza, ni en la sociedad; la ecología social decididamente desafía la función misma de jerarquía como p rin c ip io estabilizador u o rdenador, en ambos dominios.»…

… «Todavía siento aprecio por una época en la que se buscaba iluminar el curso de los hechos, interpretarlos, y darles un sentido. Mi palabra favorita es «coherencia»; definitivamente, ella rige todo lo que digo y escribo. Además, este libro no irradia el pesimismo tan común en la literatura sobre el medio ambiente. Así como creo que el pasado tiene un sentido, también creo que el futuro puede tenerlo. Si bien no podemos estar seguros de que la condición humana habrá de mejorar, al menos tenemos la oportunidad de elegir entre una libertad utópica y una inmolación social. De aquí proviene el desfachatado carácter mesiánico de este libro, carácter que es a la  vez filosófico y ancestral. El «principio de esperanza», como lo llamó Ernst Bloch, es parte de todo lo que yo valoro: de ahí que deteste un futurismo tan apegado al presente que anula lo futuro, negando to d o lo nuevo que no sea una extrapolación de la sociedad actual.
He intentado evitar el escribir un libro que mastique todo posible pensamiento relacionado con los temas tratados en las páginas siguientes. No me gustaría entregarle estos pensamientos en forma de papilla predigerida a un lector pasivo. La tensión que más estimo es la que se da entre el lector de un libro y su autor: las ilusiones, las sugerencias, los pensamientos incompletos y los estímulos que alientan al lector a pensar por sí mismo. En una era que está en fusión, sería arrogante exponer análisis y recetas terminadas, antes, considero que la responsabilidad de un trabajo serio es estimular la reflexión ecológica. En el caso de un libro que sea tan «simple», tan «claro», tan unitario en un tema tan e litis ta – que no requiera ni enmiendas ni modificaciones, el lector tendrá que buscar en otra parte. Este libro no es un programa ideológico, es un estímulo
para el pensamiento, un conjunto coherente de conceptos que los lectores o las lectoras
tendrán que completar en la privacidad de sus propias conciencias»» >

Murray Bookchin dirige el Instituto de Ecología Social (Vermont, U.S.A.). Nacido en 1921 en el seno de una familia rusa de New York, ha Trabajado sucesivamente en una fundición, luego en la industriadel automóvil antes d e ejercer la enseñanza. Excelente orador y notable polemista, sigue siendo una figura de proa dentro de la corriente ecologista y anarquista en los Estados Unidos.

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