La mística de la feminidad es un clásico del pensamiento feminista que se publicó originalmente en Estados Unidos en 1963. Se trata sobre todo de un libro de investigación respaldado por un abundante trabajo descriptivo, y sólo como consecuencia de esto se acaba convirtiendo en un libro militante, lo que lo aproxima al otro gran clásico del siglo XX. El segundo sexo de Simone de Beauvoir.
Friedan llama «mística de la feminidad» a esa imagen de lo «esencialmente femenino», eso de lo que hablan y a lo que se dirigen las revistas para mujeres, la publicidad y los libros de autoayuda. Es una horma moral, fabricada en esos artos, en la que se pretende, como en un lecho de Procusto, hacer vivir a todas las mujeres. Es algo inauténtico que, si se intenta llevar a cabo, produce consecuencias cada vez más graves. Comienza por un difuso malestar y termina por producir enfermedades verdaderas. Precisamente el libro comienza con un capítulo titulado «El malestar que no tiene nombre». Estamos ante un libro extraordinariamente influyente que ha resultado ser decisivo en el acompañamiento de uno de los cambios sociales más determinantes del siglo XX: la posición y autoconciencia de las mujeres como grupo.
https://drive.google.com/open?id=1v5vRGVbcJmChLlG3mLhKRd5p0v-47uQO


Virginia Woolf escribió este breve texto en 1925 a petición de T.S. Eliot, para ser publicado en la revista New Criterion. La autora discurre sobre cómo influye la enfermedad en la actividad lectora, decantándonos hacia el texto breve, hacia el poema, cuya realidad sonora nos llega con una nueva inteligibilidad e intensidad. La enfermedad, dice Woolf, nos hace ver el mundo —el mundo natural y el humano— de otra manera, y nos descubre aspectos de la realidad que no vemos cuando estamos sanos: vemos el cielo, o las flores, por ejemplo, con una mirada nueva y mucho más rica, y descubrimos también la radical soledad del ser humano. Virginia Woolf, con su sutil capacidad de análisis y su maravillosa intuición para descubrir aspectos poco atendidos de la realidad, nos presenta el hecho universal de la enfermedad bajo una luz nueva y sugerente.
Este prólogo es un estudio del anarcofeminismo en Goldman. En realidad el libro sólo son traducciones de escritos de Emma. Estos escritos los puedes encontrar en compilaciones como