Margarita Porete, El espejo de las almas simples

El 1 de junio de 1310, en París, las llamas de una hoguera de la Inquisición consumieron el cuerpo vivo de una mujer de la que poco se sabe: Margarita Porete, una beguina de la región de Hainaut que había escrito un libro, El espejo de las almas simples, y que fue la causa de su condena. A pesar de ello, y tras su muerte, este libro tuvo tan enorme difusión que, en los últimos siglos de la Edad Media, traspasó fronteras geográficas y lingüísticas como pocos textos de su época, traduciéndose del francés (o del probable original picardo) al latín, al inglés y al italiano. Escrito con forma de un diálogo entre personificaciones alegóricas, y en el marco de las formas de expresión de la literatura cortés, El espejo de las almas simples es una obra de teología que enraíza en las corrientes de la llamada «mística femenina» del siglo XIII y cuyos contenidos se vinculan estrechamente al pensamiento del Maestro Eckhart, quien casi con seguridad lo conoció y leyó. El libro, caído tras el siglo XVI en el olvido, fue redescubierto, y con él su autora, en pleno siglo XX. Desde entonces se reconoce en esta obra uno de los grandes hitos de la literatura mística occidental.

Blanca Garí es profesora de Historia Medieval en la Universidad de Barcelona y ha centrado su investigación en la mística femenina medieval.
En colaboración con Victoria Cirlot ha publicado La mirada interior. Escritoras místicas y visionarias en la Edad Media (1999).

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Virginia Woolf, De la enfermedad

img006.jpgVirginia Woolf escribió este breve texto en 1925 a petición de T.S. Eliot, para ser publicado en la revista New Criterion. La autora discurre sobre cómo influye la enfermedad en la actividad lectora, decantándonos hacia el texto breve, hacia el poema, cuya realidad sonora nos llega con una nueva inteligibilidad e intensidad. La enfermedad, dice Woolf, nos hace ver el mundo —el mundo natural y el humano— de otra manera, y nos descubre aspectos de la realidad que no vemos cuando estamos sanos: vemos el cielo, o las flores, por ejemplo, con una mirada nueva y mucho más rica, y descubrimos también la radical soledad del ser humano. Virginia Woolf, con su sutil capacidad de análisis y su maravillosa intuición para descubrir aspectos poco atendidos de la realidad, nos presenta el hecho universal de la enfermedad bajo una luz nueva y sugerente.

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Perrot Michelle, Historias de las alcobas 

Cuando visitamos un colegio, un hotel, un cuartel, un convento o un hospital, e incluso cuandoestamos en nuestra propia casa, encontramos natural el hecho de que haya habitaciones (alcobas, cámaras, estancias, gabinetes, tocadores…). Sin embargo, ¿sabemos cuál es el origen y la historia de un lugar tan frecuentado por todos?

Este ensayo, que da comienzo de una forma majestuosa en la cámara de Luis XIV, nos lleva desde la Antigüedad a nuestros días y desde la habitación de los niños o de las jovencitas hasta la angosta realidad de las celdas, pasando por el dormitorio de una dama, el harén oriental, la alcoba de una doncella o el pequeño salón de recibir de la cortesana más refinada…

Por sus páginas fluyen sutilmente la mística (y a veces el erotismo) de los conventos para muchachas, el imaginario de los cuentos infantiles y sus maravillosas camas con dosel, el exquisito trastorno de los sentidos al entrar en una alcoba con el ser amado…

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