Con 35 años de edad y después de un largo camino dedicado a la academia y a los estudios, Mitchell Heisman, decidió tomar la vía corta a la muerte dejando una nota suicida de 1905 páginas.
El 18 de septiembre de 2010, Mitchell se dio un tiro en la cabeza con un revolver plateado frente a la Iglesia Memorial de Harvard durante una visita guiada al campús.
“Ahora, antes de volarme los sesos, me gustaría señalar que la cuestión central de este texto no es la biología, la raza, o la tecnología, sino que es el nihilismo. En última instancia, esto es un experimento sobre el nihilismo” escribió el egresado de Psicología en la Universidad de Albany.
El libro está formado por un prólogo y dos partes donde Heisman equipara a Dios con la tecnología y analiza cómo la democracia liberal lleva a la auto destrucción de la raza humana.
Después de trabajar cinco años en la extensa carta, familiares y personas cercanas a Heisman recibieron por correo el documento.
“Cada palabra, cada pensamiento y cada emoción regresa a un problema central: la vida no tiene sentido(…) el experimento del nihilismo es el buscar y exponer cada ilusión y cada mito, cualquiera que pueda seguir, no importa cuál, incluso si nos mata” escribió Heisman.
En un ensayo sobre sí mismo y sobre su razón de vida, Mitchell añadió “esta es la “felic
idad”. la gran meta por la que la humanidad se ha esforzado: una configuración particular de reacciones bioquímicas ¿Por qué no estar entonces siempre en un estado de “felicidad”? Si la evolución hubiera sido víctima de un giro diferente en algún momento anter
ior, una configuración completamente de estímulos, producirían las reacciones bioquímicas de la “felicidad”.
AL final de su nota, como en un trabajo escolar, se encuentran mil 433 notas de pié de página, 30 páginas de bibliografía y más de mil 700 referencias a Dios al igual que 200 citas de el filósofo alemán Friedrich Nietzche.
De acuerdo con la madre del mismo Heisman, la última voluntad del estudiante era que todo el mundo leyera este texto.


Teresa de Jesús (1515-1582) fue más radical que su época porque supo reinventar la política, poniendo en su centro no el poder de las armas sino la espiritualidad personal soberana de cada ser humano.
El presente volumen es un completo compendio de propuestas prácticas para la enseñanza de la Historia y la Geografía. Respecto al conjunto de la enseñanza de las Ciencias sociales se incluyen diversaos capítulos que abordan las actividades y las propuestas inovadoras en el trabajo didáctico incorporando ejemplos y recursos que pueden ser utiles en el proceso, de enseñanza-aprendizaje. Se dedica un capitulo a mostrar como puede introducirse al alumnado de bachillerato en la indagacíón y en la simulación de la actividad del científico social. Por último, el lector encontrará varios capítulos con recursos bibliográficos, digitales y estadísticos, que constituyen fuentes imprescindibles para la preparación de las clases.
Virginia Woolf escribió este breve texto en 1925 a petición de T.S. Eliot, para ser publicado en la revista New Criterion. La autora discurre sobre cómo influye la enfermedad en la actividad lectora, decantándonos hacia el texto breve, hacia el poema, cuya realidad sonora nos llega con una nueva inteligibilidad e intensidad. La enfermedad, dice Woolf, nos hace ver el mundo —el mundo natural y el humano— de otra manera, y nos descubre aspectos de la realidad que no vemos cuando estamos sanos: vemos el cielo, o las flores, por ejemplo, con una mirada nueva y mucho más rica, y descubrimos también la radical soledad del ser humano. Virginia Woolf, con su sutil capacidad de análisis y su maravillosa intuición para descubrir aspectos poco atendidos de la realidad, nos presenta el hecho universal de la enfermedad bajo una luz nueva y sugerente.
Este prólogo es un estudio del anarcofeminismo en Goldman. En realidad el libro sólo son traducciones de escritos de Emma. Estos escritos los puedes encontrar en compilaciones como